Los ácidos grasos omega‑3 son poliinsaturados esenciales: el cuerpo no puede producirlos, por lo que debes obtenerlos con la dieta o suplementos. Los más estudiados son el EPA y el DHA, de origen marino, y el ALA, de origen vegetal. Se encuentran en pescados, algas, semillas y aceites vegetales.
¿Para qué sirven?
Estos ácidos grasos favorecen un metabolismo saludable, facilitando la quema de grasa y el mantenimiento de la masa muscular. Contribuyen a la salud de neuronas, vasos sanguíneos y tejidos y ayudan a regular la inflamación, lo que se traduce en articulaciones más flexibles y menos dolor.
¿Cómo saber si los necesitas?
Considera suplementarte si tienes niveles altos de triglicéridos, padeces problemas de memoria o niebla mental, o sientes rigidez y dolor en las articulaciones.
Recomendación experta:
Nuestras nutricionistas aconsejan verificar siempre que tu omega‑3 esté libre de metales pesados y no contenga omega‑6 añadidos, ya que estos pueden promover la inflamación. Opta por marcas certificadas que garanticen pureza y frescura.